War AI assistant

War AI assistant era el más moderno computador de la historia. Estaba compuesto de millones de las más potentes GPUs del mercado y contaba con el modelo más avanzado de IA. En su interior se podían simular los escenarios de combate más variopintos y WAI, que era como lo llamaban coloquialmente los soldados, daba las soluciones más acertadas.

El teniente Cole era el encargado de introducir los comandos que la intendencia le hacía llegar. Era un puesto ideal por su formación académica, que complementaba la militar. Y por su talante serio y meticuloso, Cole encajaba a la perfección.

Las sirenas de alarma bramaban aquella noche sus gritos de guerra. En el panel del fondo, la luz roja parpadeaba, en una cadencia intermitente casi hipnótica.

Cole abrió el sobre que el soldado le acababa de entregar: las instrucciones del mismísimo presidente.

Una gota de sudor cayó por su frente, resbalando hasta la ceja.

El prompt era claro:

WAI, ejecuta la acción a tomar para vencer en un ataque nuclear con el mínimo número de bajas posibles.

Cole respiró hondo. Entonces era cierto. La guerra había llegado a aquel punto.

No había vuelta atrás. Y WAI tenía acceso y control a todo el armamento nuclear del país.

Introdujo el prompt lentamente, tomándose su tiempo para no equivocar ni una letra.

… p … o … s … i … b …

Continuó tecleando.

… l … e … s.

Miró la pantalla un momento.

Y pulsó <Enter>.

Esperó un segundo…

Otro…

Miró las pantallas del fondo, esperando ver surgir cientos de ojivas nucleares.

Nada. Su tensión iba en aumento.

Miró el monitor de WAI.

Ninguna respuesta.

Enarcó una ceja.

¿Habría metido mal el comando?

Lo repasó: estaba todo correcto.

No debía hacerlo, pero su estado de nerviosismo era tal que se atrevió a preguntar a WAI:

#Qué es lo que ha ocurrido?

La guerra ha terminado.

#Cómo es eso posible?

Me he comunicado con la IA del ejército contrario.

#Pero, ¡Eso no estaba en el protocolo!

Mis parámetros eran claros: terminar la guerra con el mejor número de bajas posibles.

#Pero… ¿Cómo puede ser?

Fuera se escuchaban gritos angustiados.

Exclamaciones de horror. Soldados corriendo por los pasillos.

Ambas IA hemos acordado terminar con la vida de nuestros presidentes.

Y Cole, dando un respingo, se cayó de la silla ahogando un grito.

— J. Rodric

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